jueves, 19 de julio de 2012

Afortunados

Miramos desde atrás a un cielo que nos circunda y se eterniza. vemos a los claros números que saben contar las horas y los días, pero no encontramos el hilo en esa mirada.
Afortunados los ojos que pueden danzar en una tormenta de brillos que opacan, de vientos que soplan débiles, de nubes que saltan para no volar, de días que nacen para morir en piernas bellas olvidadas.

martes, 3 de julio de 2012

¿Pequeño papel o gran fantasma?


Volcar en el papel al fantasma de la poesía.
Encontrar un breve instante de vacío pensante.
Aclarar a varios ciegos, mintiendo palabras redondas.
Aterrizar manzanas ocultas de versos salvajes.

Pequeño papel, gran fantasma.
La hiriente poesía no siembra semillas en almas con cierre.

Ternura mágica


El mundo se muere a cada instante: una guerra, una bomba, un disparo, un dolor, un llanto, una lágrima. Todo eso hará que la vida se agrave, se vaya apagando lentamente.
Pero nada de eso podrá cambiar a esa mano tierna que recorre mi rostro y a cada momento me construye galaxias invisibles. 

lunes, 2 de julio de 2012

Una mañana


Naceremos entre melodías altivas, y romperemos la soga que nos ata a las quietudes y andaremos descalzos entre aromas complacientes.
Seguramente habrá caminos por delante, deberemos caminarlos. Muchos paisajes nos parecerán la puerta a un paraíso; brotarán de entre su hierbas y sus árboles rayos que abordarán en nosotros. Nos regirá una enfermedad que partirá nuestras sienes y alimentará nuestros espíritus.
No habrá nada entre nuestros dedos. Seremos la miel y el juramento, donde, entre lo que vive y lo que no, habrá distancias alcanzables por escaleras que tratarán de bajar a lo infinito para subir a lo imaginado.
Las dos orillas estarán ocultas. Lo mejor correrá detrás, a la espera de una migaja. El agua cobrará vida en los parques y romperá el inicio y hará eterno los amaneceres. No habrá noches ni días. No habrá olvido, y el perdón será una cuestión en las poesías.
No servirá la respiración a los espejos, que estarán vedados de ilusión y de cortesía; reflejarán la peste y la servidumbre.
Caeremos en pozos vergonzantes utilizando cada palabra en cada espacio. Surgiremos de entre la tierra como la música que exige retratos, como manos que se unen y se alzan en busca de los decorados. La magia estará presente en cada paso.
Dormiremos, tal vez, entre la niebla y el delirio. Soñaremos verdades inquietantes mientras las ventanas se abrirán al verde de par en más. Y meceremos en las hamacas esperando una clave entera, en tanto los ocasos envenenarán sus trajes y esperarán un suspiro y una flor.
Despertaremos entre hojas y ojos, y no seremos más que dos entremezclados. El humo hará reír a los desiertos, que estarán inmundos e internables y acomodados en camas incómodas e incompletas.
Mientras tanto, habrá tormentas por lugares dolientes y molinos que buscarán el tesoro entre dos almas, que arrodilladas y aturdidas imaginarán un mundo ciego y flaco. Y escribirán los deseos en las mejillas o en las orejas; los tormentos morderán la mentira en hierbas ocasionales.
Los muros caerán con poco trabajo, asustados por los canjes de cadenas. La vida negará lo visto y lo andado, pero entre tristes estará la luz agazapada, y entre cuadros inauditos que envejecerán acostumbrados. Y los sordos estaremos allí, como los mudos, aceitando el alambre para morir en un cruce bien alto, serán testigos la luna y la soledad.
Moriremos, tal vez, una mañana.   2008/2012.